Me recojo en el capullo de mi existencia infinita, existencia sin límite alguno, donde no muero ni nazco soy sencilla y profundamente en todo, soy la medula de cada estrella, la raíz de cada planta y en cada silencio que me llena y embriaga.
Soy en el amor de un hombre, en el vacío de mi pensamiento, en la fuerza de mi deseo…, soy en cada uno de los que amo, en mis demonios…, en la gacela, y en la flor que alumbra. Yo simplemente…, soy tanto como tu y tu eres tanto como yo.