(de mi libro “Entre el cielo y la tierra”)
Entre el cielo y la tierra
Entre el cielo y la tierra,
estoy yo, sumida en un silencio
vasto e insondable, como un océano perdido,
quieto como una sombra de ángel,
eterno, como Dios.
Y todo parece irreal, las formas se dilatan
hasta rasguñar el cielo,
los ojos, desaparecen según su esencia,
eternizándose o muriendo en una velada quietud.
La naturaleza toda se engulle así misma
brotando y resurgiendo pletórica en cada suspiro.