(De mi libro, A veces…,)
A veces,
Mi cuerpo es sorprendente.
La sangre estalla cuál volcán de mi vientre y fluye la vida y me torno fértil, emancipada y violenta, arremeto en el día y el día en mí.
Mis caderas son comarcas de lobos que se escapan de la jauría asfáltica en busca de apareo, y mis ojos, ellos siguen insondables y vastos, inmensos…, tanto como mi alma.
Nadie los toca