La vida se me parte, no puedo retener los pedazos de lo «real» y de aquello que si lo es, (y a pesar de ello, no se «ve», curioso.)
Se pasean los trazos en tenue danzas ante mis ojos mostrándome siempre, los dos o tres lados que posee cada milagroso instante, sincronizando los tiempos para que imaginemos que se mueve.
Imaginamos – la – vida – en – un – largo – eterno – e -interminable – espacio – tiempo. («Y sin embargo, se mueve» ) y sin embargo todo acontece en -UN – solo – magnífico – instante que une del primero hasta el último punto, como un infinito e incansable juego de domino en cadena. Cada movimiento determina el siguiente, cada acción determinará la siquiente…