Cerraron sus ojos / G. A. Becker

Amigándonos con la poesía, especialmente dedicado a Karen, Milla y JCJurado

Iré dejando algunas entradas que tendrán relación directa, con la poesía y algunos de los poemas que lograron despertar mi amor por la poesía.

Partiremos con un poema de Becker que es capaz de mostrar de una forma bella y al mismo tiempo de desgarradora crudeza lo que es la muerte. Cuando lo leí por primera vez no pude menos que sentirme profundamente acongojada, y a la vez, admirar el arte poético.

No es fácil escribir una poesía que contenga más de noventa seis versos, todo escritos en seis sílabas métricas (hexasílabo), ni una más ni una menos y, que sea capaz de no perder su fuerza, la armonía y esa coherencia poética que lo hace comprensible al lector. (Por supuesto que se han escrito otros poemas mucho más extensos,  pero quise traer este porque en lo personal, me gusta muchísimo.)

Cerraron sus ojos…

Cerraron sus ojos
que aún tenía abiertos,
taparon su cara
con un blanco lienzo,
y unos sollozando,
otros en silencio,
de la triste alcoba
todos se salieron.

La luz que en un vaso
ardía en el suelo,
al muro arrojaba
la sombra del lecho,
y entre aquella sombra
veíase a intervalos
dibujarse rígida
la forma del cuerpo.

Despertaba el día
y a su albor primero
con sus mil ruidos
despertaba el pueblo.
Ante aquel contraste
de vida y misterio,
de luz y tinieblas,
yo pensé un momento:
 "¡Dios mío, qué solos
se quedan los muertos!"

De la casa, en hombros,
lleváronla al templo,
y en una capilla
dejaron el féretro.
Allí rodearon
sus pálidos restos
de amarillas velas
y de paños negros.

Al dar de las ánimas
el toque postrero,
acabó una vieja
sus últimos rezos,
cruzó la ancha nave,
las puertas gimieron
y el santo recinto
quedóse desierto.

De un reloj se oía
compasado el péndulo
y de algunos cirios
el chisporroteo.
Tan medroso y triste,
tan oscuro y yerto
todo se encontraba
que pensé un momento:
 "¡Dios mío, qué solos
se quedan los muertos!"

De la alta campana
la lengua de hierro
le dio volteando
su adiós lastimero.
El luto en las ropas,
amigos y deudos
cruzaron en fila,
formando el cortejo.

Del último asilo,
oscuro y estrecho,
abrió la piqueta
el nicho a un extremo;
allí la acostaron,
tapiáronla luego,
y con un saludo
despidióse el duelo.

La piqueta al hombro
el sepulturero,
cantando entre dientes,
se perdió a lo lejos.
La noche se entraba,
el sol se había puesto:
perdido en las sombras
yo pensé un momento:
 "¡Dios mío, qué solos
se quedan los muertos!"

En las largas noches
del helado invierno,
cuando las maderas
crujir hace el viento
y azota los vidrios
el fuerte aguacero,
de la pobre niña
a veces me acuerdo.

Allí cae la lluvia
con un son eterno;
allí la combate
el soplo del cierzo.
Del húmedo muro
tendida en el hueco,
¡acaso de frío
se hielan los huesos...!

¿Vuelve el polvo al polvo?
¿Vuela el alma al cielo?
¿Todo es, sin espíritu,
podredumbre y cieno?
¡No sé; pero hay algo
que explicar no puedo,
que al par nos infunde
repugnancia y duelo,
a dejar tan tristes,
tan solos los muertos.

16 comentarios to “Cerraron sus ojos / G. A. Becker”

  1. El misterio de la muerte, que aunque deliberadamente ignoremos, camina con nosotros según dicen en el lado izquierdo, el lado del corazón, a lo mejor para que no sintamos esa desazón que guardan los que quedan…
    Un abrazo en la poesía, querida Pati.

  2. Yo también los he cerrado para vivir un instante el maravilloso verso de un gran maestro, eterno y poderoso en el tiempo.

    Un abrazo mío y otro del gorokiño, para vos!

  3. Te felicito por tu iniciativa y te agradezco enormemente la dedicatoria.Trataré de ser un alumno aplicado y a la altura de la maestra.

    El poema de esta primera entrega es sublime. El último trance narrado etapa tras etapa sin evitar un ápice de su dramatismo. Y, sin embargo el resultado es, como bien dices, bello. Y, en mi opinión, conmovedor pues nos recuerda la soledad de los vivos a través de los muertos.

    Baisers.

    P.S: El autor no sólo es compatriota….

  4. ahhh que ramillete de comentarios. Liz, la verdad es que no pensamos en ella, no nos gusta, le tememos porque no la conocemos, nos lamentamos, como Becker, de lo solo que quedamos, como queda ahí, si más compañia que unas pocas lagrimas de los que nos amaron, ese, nuestro cuerpo.
    Más abrazos póéticos y de los otros, esos que van llenos de cariño para ti.

    Gorokiña, no tengo duda, que con tu sensibilidad lo has disfrutado. Besos a ambos.

    Jcjurado, me alegro que te haya gustado este primer poema, es uno de mis favoritos, aunque son tantos, que terrible!!!… y como sabiamente dices, es la soledad de los que quedan, por los otros, los que nos dejan.

    Así que eres sevillana?? olé!!. (ME encanta tu país y tengo gente que adoro ahí)
    Un abrazo!

    • @Patricia: Tantos libros que leer, lugares que visitar, personas por conocer, películas por ver, música por…y tan poco tiempo.
      P.S: Me descubristes, soy sevillano : ) Me alegro que te guste mi tierra : ) A mi la tuya en particular y Latinoamérica en general me apasiona.
      Otro para ti!

  5. Sí, hay tanto de que alimentarse y tan poco tiempo, es un desastre. Pero bueno, hay que ir priorizando… antes de continuar debo aclarar q pensé que eras una niñita jaja, pero me doy cuenta que no, que eres un niño. (Lo diminutivo a modo cariñoso). Pues sí, te descubrí, sevillano y como dicen por ahí «a mucha honra»..
    Has estado en Chile?… cuéntanos. Saludines y feliz fin de semana.

    • Aún no he tenido esa suerte. Pero tanto tu país como Argentina ejercen una enorme atracción sobre mí. De ahí, que los tenga en los primeros puestos de lugares a visitar…algún día, espero. 🙂 Ègalement!

  6. ¡Que buena la iniciativa Patricia!
    Bueno, me he contagiado en el blog de Milla, y me uno a esto.
    De la poesía no sé qué decir, Becker me entusiasmó en mi época de quinceañera pero ahora, la verdad es que no sé… el poema claro que es conmovedor, pero me entra mucha angustia, no es el tipo de poesía que me apetezca leer ahora.
    Un besote muy muy grande.
    Cristina.

  7. Aaay, profe! Gracias, qué vergüenza llegar tan tarde. Lo bueno es que aquí no hay tiempo, sólo basta que estemos los que tenemos que estar… Siempre tuve una confusión con Becker, que se acaba de aclarar gracias al Chef. Pensaba que era inglés (???) supongo que por el apellido. Sí conocía este poema, no sé si lo leí entero alguna vez, pero muy pocas veces, por no decir nunca, he leído un poema sabiendo que es… ¿hexasílbo? y poniendo atención a eso… claro, o pones atención a eso y te olvidas de la poesía y del contenido o simplemente dejas que la poesía haga su trabajo, es como caminar dando cada paso con toda tu atención en el mecanismo de mover la pierna etc… terminas por caerte estrepitosamente.

    Volviendo a Sevilla. ¿Sabes? eso es importante, porque te ayuda a ponerle imagen a lo que lees. No es lo mismo leer algo situándolo mentalmente en Londres que en Sevilla, por lo menos para mí, como no es lo mismo leer a García Lorca habiendo estado en Granada o las mil y una noches, habiendo tocado las paredes de la Alhambra y haberte sentado en la orilla de la fuente del patio de los Leones… La descripción de close-up que hace el poeta es magistral, pero como dijo Cris por ahí, si el lector no le pone algo de sí, no deja demasiada huella.

    No creo que sea difícil escribir un poema como ése. ¡Es imposible! Ya no se hace, ¿verdad?

    • @M: Su verdadero nombre era Gustavo Adolfo Domínguez Bastida, pero tomó como «nombre artístico» el apellido de sus antepasados los Becker o Becquer (castellanizado) comerciantes flamencos que se establecieron en Sevilla en el s. XVI.

      Coincido contigo en que es necesario ponerle imagen a lo que se lee.

  8. JC Chef, bueno ahora ya tendrás una casa que visitar en este país para cuando quieras.

    CRis querida, que bueno es verte por acá. Mira lo que son las cosas, yo que soy mucho mayor que tú, todavía se me pone la piel de gallina cuando lo leo, y cuando leo todo lo que envuelva ese sentimiento sublime que nos hace unirnos, ahh, ¡el amor!. Creo que moriré así, siendo una romántica empedernida jaja, que diablos.

    Millina linda, espero que ahora lo hayas leído entero, tal vez, como dices y concuerdas con JC, es más fácil con imágenes, creo que todos hemos sufrido la perdida de alguien amado, he ahí una buena imagen para este poema, así lo sentí yo cada vez que he tenido que dejar partir a alguien amado.

    Creo que un buen poeta, es aquel ser que logra decir lo que nosotros sentimos pero no encontramos las palabras para describirlo en una forma exacta. Eso me pasa con los poetas y con la poesía de hace que tiene coherencia, la que se escribía, la que todavía unos pocos escriben.

  9. Uuuuuy, qué barbaridad, estoy tarde, pero tardísimo para la clase. Perdóname querida. He leído muy pocas cosas de este poeta, entre ellas, el poema que publicas aquí. A pesar de ser tan sombrío (como debe ser, por supuesto, en este tema), es tan real que, como bien dices, es imposible no identificarse con algunas o muchas de sus estrofas. Es muy gráfico. Foto-gráfico, diría yo.

    Gracias por tomarte el trabajo de instruírnos. Ya he tomado apuntes y continuo.
    🙂

  10. JC, gracias por lo de la mesa. 🙂

    Milla, un siete!!

    Karenina, me has sacado màs de dos sonrisas con tu saga de comentarios, por lo demás,muy inteligentes. Me voy a otro donde tienes varias preguntas que espero poder responder.;)

    • Eeeeeeh! 😀 😀 😀 No sacaba un siete desde que tenía catorce años!!!! (Por estos lados sacas de cero a cien y quien saca un siete más le vale ir pensando en una forma barata de suicidio colectivo). Viva viva viva!!!! 😀 😀 😀

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