Archive for abril 11th, 2008

abril 11, 2008

AZRAEL, AMADO NERVO

Azrael, abre tu ala negra, y honda,
cobíjeme su palio sin medida,
y que a su abrigo bienechor se esconda
la incurable tristeza de mi vida.

Azrael, ángel bíblico, ángel fuerte,
ángel de redención, ángel sombrío,
ya es tiempo que consagres a la muerte
mi cerebro sin luz: altar vacío…

Azrael, mi esperanza es una enferma;
ya tramonta mi fe; llegó el ocaso,
ven, ahora es preciso que yo duerma…
¿Morir…, dormir…, dormir…? ¡Soñar acaso!

abril 11, 2008

Maria Rilke (extracto carta con Lou)

He acá un extracto de las cartas de amor que compartió con Lou Andreas Salome.

Hoy, 29, después de tu segunda carta.Quizás, querida Lou, quizás. Pero mi situación ¿no es tanto peor por cuanto ha sido preparada en lo más profundo de mí, puesto que me he desarrollado hasta formar algo tan complicado? Un año de intervalo separa el
Narciso y el poema del otro día, un año apático, y cuando vuelvo la vista atrás tengo la impresión de ser tal como ahora, todavía más entorpecido, más impenetrable, más muerto. Hasta que semejante tarea me haga justo levantar el brazo; pero con qué rapidez vuelve a caer y quedo sin poder recuperarme… Mi cuerpo se ha hecho semejante a una trampa; lo que recibía para transmitir, lo atrapa de un bocado y lo guarda; superficie llena de trampas en las que languidecen impresiones atormentadas; zona etrificada sin conductibilidad; y en las profundidades más alejadas, como en el seno de un astro que se ha enfriado, el fuego maravilloso que ya apenas puede brotar más que de modo
volcánico, aquí y allá, como fenómenos que, para la indiferente superficie, son como una devastación, que siembra la confusión y el peligro. ¿No es acaso éste el esquema de una enfermedad real, esta descomposición de la vida en tres zonas,de las que la más superficial exige excitaciones, puesto que no puede ya ser alcanzada ni agitada por la violencia de los fuegos internos…?

abril 11, 2008

Unión con Dios

Empezar por lo pequeño

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Un asceta meditaba profundamente en su cueva cuando se sintió molestado por un ratoncillo que se puso a roer sus ropas.
-Márchate estúpido -dijo el ermitaño-. ¿No ves que has interrumpido mi meditación?
-Es que tengo hambre -contestó el ratón.
-Llevaba más de treinta días de meditación buscando la unidad con Dios y me has hecho fracasar -se lamentó el ermitaño.
-¡Cómo buscas la unidad con Dios si no puedes siquiera sentirte unido a mí que sólo soy un simple ratón? -respondió el roedor.

Esto va especialmente para los que se golpean el pecho los domingos en misa y no practican la compasión.